Martes 13 de Julio

Buenas tardes,

Hoy la entrada del blog llega con unas horas de retraso porque anoche nos fuimos los pequeños de acampada.

El día fue calcado al anterior pero cambiando al grupo de mayores por el de pequeños.

Por la mañana, los grupos 1, 2 y 3 que habían dormido en tienda de campaña la noche anterior, llegaron muy pronto a la colonia para desayunar. Y es que el sol no perdona y, si estás acampado al aire libre, Lorenzo (y no me refiero a nuesrtro director) pega desde bien pronto por la mañana.

Mientras los mayores recogían la ropa de la acampada y se daban una merecida ducha, los pequeños nos poníamos a dar la primera clase de inglés del día. Los acampados pudieron, incluso, dejar la ropa sucia que quisieron en una caja para que se pusieran unas lavadoras con ella.

Esta mañana fue el turno de los pequeños para ir a la piscina en cuanto terminaron con el inglés, mientras que los mayores cogieron el relevo con las clases de idiomas en cuanto terminaron los primeros.

Hay que reconocer que un buen chapuzón a medio día sienta de maravilla, aunque uno sea víctima de infinitos intentos de aguadillas por parte de pequeñas personillas que no levantan metro y medio del suelo. Tras una refrescante sesión de piscina, nos secamos, nos compramos alguna chuchería o helado según el gusto de cada uno y volvimos paseando tranquilamente a la colonia.

Y, con eso, volvimos a unificar horarios entre los seis grupos, con un poco de tiempo libre y la posterior comida, como siempre, a las dos de la tarde. Patatas bravas y albóndigas con tomate conformaron nuestro menú de medio día, todo muenísimo, como siempre.

Después de comer y de hacer la digestión, los pequeños (4,5 y 6) nos quedamos a aprender un poco más de inglés con unos juegos muy entretenidos mientras que los mayores disfrutaban de un merecido baño en la piscina. Ambas actividades terminaron y todos nos reunimos para participar en una larga sesión de la velada que quedó cortada el domingo por culpa de la prórroga de la final.

Así que, tanto por habitaciones como por grupos elegidos por ellos mismos, los monitores disfrutamos de todo tipo de actuaciones que iban desde el baile en grupo, pasando por el patinaje o las parodias y llegando, incluso, a una estupenda mini-obra de teatro.

Terminó la velada vespertina, cenamos un poco de pescadito, que nunca viene mal, y esta vez fuimos los pequeños los que nos fuimos de acampada mientras que los mayores se quedaban en la colonia para jugar al juego de pistas nocturno.

Una vez en el camping, distribuímos las tiendas, fuimos a asearnos y nos reunimos todos en círculo sobre el césped para contar unas cuantos cuentos de miedo. Fueron los chicos y chicas los primeros lanzados en intentar asustar a todo el mundo y terminamos los monitores con tres historias que abrieron los ojos y las bocas de los niños justo antes de acostarse.

Aún hicieron falta más de veinte minutos de patrullas y alguna que otra regañina para que todos acabaran guardando silencio y, finalmente, durmieran como angelitos.

Disculpad que no pongamos fotos de ayer ni de hoy, pero hemos tenido un problema con nuestras cámaras... Una se cayó al suelo y no ha vuelto a ser la misma y el cargador de la otra se ha declarado en huelga indefinida. Estamos intentando solucionarlo lo más rápido posible.

Esto es todo por hoy, mañana más, familia.