Segundo día

Hola de nuevo,

Parece que ayer, con la llegada, la aclimatación, la cena y la velada, no tuvimos suficiente ni de lejos para cansarnos.

Así que anoche nos costó más de una hora dormirnos y, esta mañana, hemos empezado a despertarnos por nuestra cuenta a las seis y media. Hemos bajado a jugar a ping-pong y demás juegos y, para cuando los monitores han dado la llamada de despertador a las ocho en punto, ya no quedaba prácticamente nadie en las habitaciones.

A las 8:30 hemos acudido todos al desayuno: Leche, zumo, galletas, pan, mantequilla, mermelada, nocilla... Todo a gusto del consumidor.

Después del desayuno, todo el campamento se ha bajado al campo de hierba que tenemos al lado del río para tener una primera sesión de juegos y deportes.

Tras regresar a casa, nos hemos relajado un poco y, a continuación, hemos tenido nuestra primera clase de inglés con Andrea, Ania, Jordan, Magda, Monika y David. Hemos aprovechado en esta primera clase para dividirnos en los grupos de inglés que utilizaremos, además, para organizarnos para todo tipo de actividades durante todo el campamento.

Después del inglés, un poquito de tiempo para nosotros y a las dos a comer. El fantástico equipo de cocina nos ha preparado un delicioso menú con macarrones de primero y lomo de segundo. De postre hemos tenido sandía, que estaba fresquita y muy dulce.

Después de comer, como será siempre en lo que queda de campamento, tiempo libre para descansar, hacer la digestión, dormir la siesta o, como suele ser la norma, jugar a ping-pong, ajedrez, parchís, futbolín, air-hockey o estar con los animales.

Ya están preparadas las listas de todos los campeonatos a los que podemos apuntarnos para estar entretenidos en estos ratos de tiempo libre. Hasta mañana a medio día, cada acampado podrá apuntarse al torneo que más le guste para ir disputándolo en los próximos días. Tenemos competiciones de ping-pong individual y dobles, fútbol, dodge-ball, futbolín, air-hockey, ajedrez y nada menos que guiñote.

Alrededor de las cuatro hemos subido a equiparnos debidamente y hemos puesto rumbo al río. No ha sido un día de mucho sol pero la verdad es que hacía tanto calor que el agua del río ni siquiera nos ha parecido que estuviera fría.

Don Lorenzo nos ha traído la merienda allí mismo y, cuando ya estábamos secos, íbamos cogiendo nuestro bocadillo de salchichcón y nuestro trozo de chocolate correspondiente, aprovechando el camino de vuelta a la colonia para ir merendando.

Una vez en la colonia, un poco de tiempo libre y cambio de ropa: zapatillas, calcetines y ropa cómoda porque a las ocho salíamos camino a Sieste para una velada vespertina.

La excursión a Sieste no trataba simplemente de caminar sino que, por equipos, hemos ido realizando diversas pruebas para un juego a medida que ascendíamos. Cuando tengamos todos los puntos sumados, veremos cual es el primer equipo ganador del primer torneo de Boltaña.

Vuelta a casa tranquilamente aprovechando el fresquito de la noche y a dormir... A ver si esta noche se nos da un poco mejor eso de dormir...

¡Saludos!